dijous, 31 de març del 2011

Jueves ecológico y numerología quesera

Durante la semana hemos gozado de un tiempo excelso según los locales: días soleados y frescos. Justo con el cambio de hora las nubes se han dejado notar. El día de hoy ha estado encapotado y algunas gotas se han dejado caer.


Volviendo a casa he divisado la pancarta que informa del mercado ecológico semanal con el eslógan Biologisch. Natuurlijk goed! (Orgánico. Bueno, ¡naturalmente!). El sábado pasado ya tuve mis reiteradas pruebas de la palabra natuurlijk que bien puede significar "por supuesto" como "naturalmente", que en este caso enfatiza más el objetivo de la frase. En este caso juegan Es interesante la cantidad y variedad de mercados que hay a lo largo del mes en Stationstraat. Es verdad que todavía no he hablado de los que suceden en la plaza Markt (mercado) y que deben ser más grandes y posiblemente más variados.

Hay pocas tiendas en este pequeño mercado con productos vegetales, panes y bollería y hasta un estante con quesos. No me he podido resistir a comprar queso. Soy un gran apasionado de los producto lácteos y he acabado comprando un queso de vaca de unos 8 meses (hecho en Abril del 2010).





Esto me lleva a comentar una anécdota que iba a relatar esta semana que sucedió no muy lejos de donde he realizado la compra ecológica. En el supermercado de siempre hay una sección de quesos en la que hay gran variedad tanto ya envasado como en su formato original y que requiere de un cuchillo de gran tamaño. Básicamente lo que yo conocía de los quesos holandeses se puede resumir en dos palabras: queso bola y queso barra. Vaya, que la indústria quesera holandesa versa más sobre el producto de origen vacuno y eminentemente tierno y graso y a veces un poco insulso para personas aguerridas a sabores extremos como yo.
Pues sin tener conocimiento alguno del neerlandés me lancé a los productos envasados que normalmente vienen como zonder korst (sin corteza). Había diferentes nombres tales como Goudse (Gouda), Zaanlander (similar al Gouda y Edam que se vende en Albert Heijn) o Beemsterkaas. Todos parecen ser más o menos iguales aunque unas etiquetas los diferencian como Belegen o Jong Belegen. Entendiendo que Belegen significaba curado y que Jong se parece al vocablo inglés Young o al germánico Jung la distinción era clara: Belegen significa curado y Jong Belegen (semi-curado).



Pero ya os imagináis que aprender un idioma y una cultura nuevas no es fácil y siempre hay retos que acechan al ingenio. Cerca de la denominación de la curación del queso hay una cifra. En el caso presente era un enigmático 48+. Incrédulo pensaba haberme transportado al olimpo de los quesos con maduraciones más allá de dos años. Aún así tenía un cortocircuito mental por tener un queso con más de dos años de maduración y que a la vez se ofertaba como joven y que a la vez tenía el mismo rango de maduración que el curado ....



Os podéis imaginer que adquirí sendas muestras para su degustación casera. Sorpresa mayúscula al no encontrar severas diferencias entre ambos sino más bien una sequedad más acuciante en el maduro.

Mis desastres a la hora de entender la cultura y el idioma se ventilan con los compañeros de trabajo. En este caso me había vuelto a equivocar en mi razonamiento metódico español. El etiquetaje de los quesos era correcto y verídico aunque mi interpretación distaba en mucho de la realidad. El 48+ se refiere a la cantidad de materia grasa en procentaje que el queso tiene. Por ello ambos dos tenían el mismo valor. Una vez aprendida la lección es fácil darse cuenta que a veces cuenta más ese dato que el nombre del queso o los ingredientes que tiene.

Mi placer con los quesos es incuantificable e insignificantes la numerología asociada aunque tendré que poner coto a su consumo habitual por sus repercusiones metabólicas en mi ser.





dilluns, 28 de març del 2011

Ofertas culinarias

Hace tiempo que quería comentar un hecho que siempre he reivindicado no desde que tengo uso de razón pero sí desde que mi razonamiento tiene que guiarme en las compras alimenticias y de otras materias. Muchas veces nos damos cuenta en los supermercados que hay productos que están a punto de caducar y que se sabe con certeza que si no se venden ese día ya no podrán venderse más bien porque ese día es el de caducidad o, más comunmente, porque es sábado y hasta el lunes son muchos días sin poder venderlo.

Siempre he pensado el por qué los establecimientos no ofertan dichos productos para, aún a riesgo de tener un menor margen de venta, almenos no perder toda posible recuperación de los precios de coste del producto o, moralmente, no tirar la comida a la basura. Ya no sólo por haber implicado la muerte de especies animales sino también aunque sean vegetales porque con el hambre que hay en el mundo no podemos ser un eje más del engranaje de la sobreproducción desmesurada.

En Holanda deben ser más inteligentes y más moralistas y aplican de forma sistemática descuentos que en el caso del establecimiento que frecuento llegan al 35%. Tanto verduras cortadas, pescado como la carne son susceptibles de recibir tal bonificación que implica que el producto finalmente se vende (quizás recuperando costes) en vez de verse forzados a tener que lidiar con deshacerse de ellos.



Hoy he cenado el atún que compré el otro día con dicho descuento. Es verdad que el descuento es grande pero también es alto su precio de salida (34.90€/kg). El producto en sí delicioso. Así que sin vergüenza alguna, en cuanto veo dichas ofertas cambio de planes para la cena y ¡listos!


Cul de sac

Hoy no estaba muy en forma pero aún así como hace días que no hago ejercicio he pensado en salir a dar una vuelta. La idea de repetir el recorrido hasta Kanne se me antojaba un poco difícil después de una densa jornada laboral aunque la luz vesprtina podría insuflar la energía que yo no tengo. Al final no ha sido así.
Las rodillas se quejaban de mi correr pesado y al acometer una nueva ruta por Sint Pieter hacia el sur en dirección a la cementera he llegado a las ruinas del fuerte de Hoeve Lichtenberg que divisa tanto la propia fábrica como el río Maas y las tierras colindantes a varios kilómetros.

Aunque hay un interesante mirador a la montaña horadada por la cementera, no era mi intención quedarme pasmado ante tal inmensidad sino proseguir. He optado por coger un sender que rápidamente descendía la montaña a base de escalones hasta la orilla del Maas y casi a la entrada de la fábrica.



Ya 'sólo' quedaba volver a casa contra la fuerte brisa rivereña para darme una larga ducha después de los 9km. Creo que mañana me toca de nuevo salir a practicar ....

dissabte, 26 de març del 2011

Viaje interior

Despúes de haber acometido las aparentemente tediosas operaciones de limpieza del piso par hacerlo más habitable y no causar incomodidades a los potenciales visitantes me disponía a dar una vuelta.
El día ha empezado soleado y con las ventanas abiertas para refrescar el ambiente ya primaveral. El corto trayecto al buzón dónde enviar las postales amicales ha acabado llevándome al mercadillo. No había nada reseñable que mereciera la pena mi inversión económica y, sea dicho de paso, de su futura limpieza regular. El polvo es el único enemigo, junto con la lluvia, que aún con varios milenios de evolución sigue molestando el día a día de los humanos.

El pequeño paseo me ha descubierto que el fresco había vuelto y el cielo se encapotaba. Tenía pensado dar una vuelta con la bicicleta a la cercana población de Valkenburg. Ya metiendo la llave en el cerrojo de la portería he visto como un señor mayor que conducía un coche eléctrico se le caía un bulto inmenso que llevaba de mala manera en el cestillo posterior. Era una televisión plana de 24 pulgadas y él seguía su ligero camino hasta que otros viandantes le han advertido de la situación. Yo me encontraba con la caja a unas decenas de metros de distancia haciendo señales. Al acercarse me ha agradecido mi ayuda y hemos intentado evlauar la posibilidad de meter la caja de alguna otra forma. El carrito suple las dificultades de movilidad de la gente mayor y no está pensado para llevar grandes bultos así como tampoco tranportar un armario ropero (aunque sea éste de IKEA y esté desmontado).

Grato es saber que la gente holandesa de cualquier edad domina el idioma británico. Viendo la imposibilidad de que el hombre condujera haciendo equilibrios circenses me ha comentado que vivía a unos 500 metros e allí. Sin más que la voluntad de ir a desperezarme montado en una bicicleta durante un rato, he optado por acompañarle. Descargado del armatoste, el hombre ha puesto la directa. Aunque llevo entrenando últimamente, me era difícil competir con un motor conlas baterías completamente cargadas.

Vive en una residencia digna de mención. Un complejo de apartamentos de gran dimensión y de lujo, diría yo. Al llegar al dintel de su puerta he decidido proponerle entrar en su piso habiendo visto su alto grado de afectación de Parkinson sumado a la necesidad de lamer los costados de las llaves para identificar la necesaria en cada momento.

La nueva televisión iba a reemplazar otra ya 'antigua' comprada dos años atrás. El nuevo equipo es ciertamente más delgado y liviando que el reemplazado aunque no creo que solucione lo que al hombre más le preocupa: la calidad de la imagen. Difícilmente puede distinguir formas en los aparatos y mucho menos leer textos o etiquetas sin la ayuda de su lupa de tres aumentos.

Cualquiera de nosotros que se compra algo tecnológico espera poder disfrutar de ello al llegar a casa. Cada vez es más difícil poder satisfacer ese deseo por los condicionantes de la instalación de los mismos. Si acostumbra a ser complicado para mí, ¿cómo puede llegar a ser para una persona mayor? Era una obligación moral realizar la instalación del sistema aún oyendo que ya había cumplido de sobra habiendo ayudado con el transporte.

A Nico le encata escuchar óperas y conciertos. Aunque su carrera profesional se enfocó en la indústria química, siempre tenía un rato para practicar con su violín, ahora espectador reclinado en su salón. Despúes de trastear con cables, hemos podido escuchar a través de un buen amplificador y mejores altavoces Don Giovanni. 'Me encanta Mozart. Venga, vamos abajo que te invito a una cerveza'.

Es verdad que en la planta baja, junto a la entrada, hay un bar en el que sirven comidas y cenas a los residentes. Unos 70 residentes hay aunque hay unos 10 apartamentos vacíos. Parecía que me propusiera que me fuera a vivir al complejo. Los pisos y la zona es buena pero el personal supera de largo mi edad.
Ora estaba sentada leyendo una revista y al vernos llegar y proponer una cerveza se ha puesto detrás de la barra a averiguar si el barril todavía tenía algo que servir.

El tubo tenía poco más de dos centrímetros de amarilla cerveza y el resto era una abundante y clara espuma. El sueño hecho realidad: una barra de bar vacía y a plena disposición aunque con ciertas limitaciones. Parece que todos los cajones estaban cerrados. Al no haber servicio de bar tampoco hay acceso a bebidas aparte de cafés y tés. A Ora no le apetecía una cerveza y dudaba si tomar algo o no hasta que le he señalado el estante con todas las botellas de licores. Sorprendida por la cantidad de botellas le he tenido que ir comentando cual era cada una. Tia Maria. Eficazmente están puestas la botellas en una estantería que casi ni yo llego. De esta manera entiendo que pueden estar a la vista a la vez que se aseguran de que nadie hace malabarismos fuera de horas para darse un pequeño placer. Pues venga a coger el tipo de copa entre 3 tipos que le he enseñado.

A sus 87 años, la vida resplandece más si cabe con un buen trago. Estuvo viviendo en Nieuw Guinea (la de los holandeses) y de eso ha estado hablando ... en holandés. Lo poco que he podido entender es el natuurlijk (naturalmente) que de forma vehemente confirmaba las dudas de mi nuevo compañero. Nico, a sus 82 años, ha intentado traducir algo (una frase entre 30) aunque a veces la perdía y se quedaba mudo y perplejo.

Años viviendo en el extranjero para los dos. Vidas llenas de recuerdos sin la triste nostalgia que embadurna la soledad en las residencias. Los hijos. Las parejas ya desaparecidas. El retorno a la madre Holanda. Muchos pensamientos y recuerdos que no se pueden condensar rápidamente.

Tres Tia Maria y dos cervezas para cada uno después me he despedido con una promesa de volver. Nico quiere que le ayude con la instalación de Skype para poder hablar con su hijo que trabaja por el mundo estando en Hong Kong, París, ....

Cuando sea así de mayor, además de querer poder mantenerme como ellos, quiero tener la oportunidad de conversar con gente nueva alejada del viciado y rutinario entorno. Y me gustaria mantener la sonrisa que ellos tienen permanentemente. 

Obviamente, a las 4:30 ya no me he ido con la bici sino que he comido un pescado con la estresante alarma anti-incendios que parece que no quiere dar tregua cuando me decido a utilizar la plancha.

divendres, 25 de març del 2011

Casi como en casa

Al hacer hoy la compra semanal en Albert Heijn en la sección de embutidos y preparados me ha atraído en sobremanera un producto que por su corto nombre y añoranza personal se me ha hecho irresistible a la compra.




El fuet, que proviene de la provincia de Lleida, en sí es aceptable aunque necesita un buen oreo para seguramente mejorar en gusto. Tenemos que entender que se trata de un producto de marca blanca. El kilo de mandarinas que acompañaba al embutido en el saco de la compra creo que serán más ricas.

dijous, 24 de març del 2011

¿Perdiendo peso?

Hoy quería volver a correr. No hacer los 5 km del martes sino unos 10 aproximadamente.

He rehecho la ruta que me lleva a los prados del oeste de Maastricht. En vez de coger la misma de ruta de siempre para llegar a las últimas casas de Wolder, he continuado el camino al oeste hasta llegar a la carretera. Como esta no tenía espacio para expertos corredores como yo he tenido que sortear el campo abultado e irregular del campo durante un buen rato.



La broma se ha saldado con 13km y una ligera sensación de que no sé si haré más deporte esa semana.

Lo que continúa igual, o almenos eso parece, es la barriga fláccida que parece mejor preparada para resistir esos trotes que el resto del cuerpo.

El placer de la cerveza y el ahorro

Ayer hubo una celebración en las oficinas por haber conseguido una meta largamente buscada. Sirvieron canapés calientes, algo de queso y patatas fritas de bolsa acompañados de vino y cerveza. Pasamos un buen
rato charlando y degustando cerveza, que justamente era holandesa y más concretamente de la región de Limburg. No creo que sea necesario comentar que aunque existen varias factorías cerveceras en este país,
su vecino le gana en cantidad y, seguramente, en calidad.

Otro día empezaré a hablar de las diferentes cervezas que uno consigue agenciarse en las tiendas habituales y qué tipología y gusto tienen.

Hoy, en cambio, quiero comentar algo que me pasó hace ya casi una semana.

Como ya comenté, hago viajes regulares al centro de recogida de materia para reciclaje con plásticos, botellas y cartón. El otro día me dí cuenta de que en el supermercado de Albert Heijn que frecuento
hay una máquina dónde la gente insertaba botellas de vidrio vacías y al final recibía un tíquet.

La vida en una sociedad extranjera exije el máximo de uno mismo en pos de la búsqueda de la verdad absoluta. Esa verdad en Holanda es que la gran mayoría de botellas y botellines de cerveza vienen gravados con una tasa de 0.10€ que se abona al retornar el envase. Grandes diferencias con mi tierra patria dónde al no cobrarse dicho impuesto y dejándolo a la buena voluntad del consumidor que lo lleve a reciclar, quizás es mayor tanto el impacto sobre el medio ambiente como el consumo energético.





Nunca es tarde si la dicha es buena. Pues bien, puse 6 cascos vacíos en mi inseparable bolsa de tela que siempre me acompaña en las expediciones comerciales.



El resultado no pudo ser mejor para mis ahorros ya que conseguí la no despreciable suma de 0.60€ a ser
descontada al pasar por caja.



Es una pena, en cambio, que el resto de envases de vidrio no sean fácilmente recuperados y recompensados. Así pues, tarros de conservas y botellas de vino son pasto del contenedor.

dissabte, 19 de març del 2011

Arte y paisajes de lujo

Desde hacía algunos días empezaba a vislumbrar algunos cambios. El personal de las tiendas se deslomaba con ahínco remodelando el interior de las tiendas. Pensé que se debería al cambio de colección o de temporada. En parte así es pero también se debe a que desde ayer Maastricht es el centro mundial del arte y el coleccionismo.

Es mi deber recalcar que el coleccionismo del que hablo difiere en exceso con el que a día de hoy se podía encontrar cerca de la estación de tren y del que versé la semana pasada. Estoy hablando del TEFAF , que se alarga desde el día 18 al día 27 y cuyos carteles con mirada amable me acompañan cada día al trabajo.




Es la cita anual de la perfecta unión entre arte, interesados, conocedores y, por supuesto, compradores. Pensé en dejarme caer por allí ya que, según me he enterado, el año pasado alguien consiguió robar una pieza extremadamente valiosa y no descarto mi oportunidad en la presente edición. Sin encontrar quórum entre las pocas personas que conozco en la ciudad me asalta el precio de la entrada: 55€. Si uno se lo plantea como una visita a una colección museística única e irrepetible puede estar bien ... aunque no sé si merece la pena. Entiendo que el precio de la entrada es un primer filtro para que el personal extranjero que se desplaza con sus jets privados no se vea entorpecido por atolondrados con un bratwurst en la mano delante de un Rubens. La entrada incluye el catálogo que en su versión digital cuenta con unas 630 páginas. Mi ascetismo zen me impide coleccionar más libros y complementos que no sean de un alto valor emocional o económico.
Antes, pues, de que las puertas de la feria se abrieran diversos coches lujosos con marcas irreconocibles para mí se abalanzan en las tranquilas calles sin preocuparse de semáforos, peatones o el resto de vehículos. Como en la naturaleza, la ciudad se convierte en el oasis dónde la manada se refugia durante un día antes de proseguir su migración a otros continentes. Las tiendas sirven Champagne a los potenciales compradores, los precios de las habitaciones se duplican o triplican, los restaurantes de postín no aceptan reservas, .... Como me dijeron ayer, 'El TEFAF le sienta bien a Maastricht, y Maastricht le sienta bien al TEFAF'. Sin discusión alguna, la pose sobria, aristocrática y regia a la vez que su tejido comercial y cultural hace que más allá de los tratados firmados aquí y ferias de calidad se convierta en destino de clase a lo largo del año.

Al no tener, pues, planes para la mañana e intentando eludir el mercadillo y sus tentaciones asociadas he salido a correr.

Las primeras veces hice recorridos hacia el oeste. El miércoles hice la primera tentativa de visitar el sur por el lado oeste del río Maas. Siendo ya el atardecer, seguí el camino asfaltado (Mergelweg) que lleva a Kanne (ciudad belga de la província de Limburg y de la municipalidad de Riemst) para luego subir a una especie de castillo o casa fortificada en ruinas de Hoeven de Caestert por Castertweg y perdiéndome aposta por



senderos plagados de árboles caídos que merodeaba la cementera (Enci-koor).

Su alta chimenea es visible desde lo lejos. Siendo ya oscuro bajé la colina de vuelta a Kanne. No llegué


 exageradamente cansado aunque sí que agradecía estirarme un rato. Aproximadamente fueron unos 13.8km.



Hoy quería hacer la misma ruta pero con la radiante luz solar. Hacía sol; sí pero estábamos a 4 grados. Por la noche todavía refresca ... si es que se puede utilizar ese verbo para describir que llegamos a -2.

Me considero un explorador de pacotilla que a lo máximo que puede optar es la de perderse en medio de los parques municipales y no entre manglares tropicales como los de los documentales. He decidido cambiar la ruta y acometer el ascenso a la colina (no sé su altura con lo que no me atrevo a llamarlo montaña aunque tiene su cima por encima delos 100 metros y por lo tanto podría dejar de considerar se una colina, desconozco la altura de su base) de Sint Pieter al principio del recorrido. La cuesta era dura pero con ritmo uno llega a una planície inmensa de hierba cercada dónde los perror juguetean con sus dueños de forma relajada. El camino sigue ascendiendo y al ver unos corredores que venían de un camino he optado por dejar la pista asfaltada. El camino, húmedo y lleno de hojarasca bordea la cantera de la cementera. Impresiona sus dimensiones y que esté tan cerca de la ciudad a la vez que rodeada de bosque y prados. El cercado que marca la propiedad privada de la cantera va a lo largo del camino que, a veces, permite el acceso a través de puertas de madera. Una gran cuesta me ha bajado hasta la base de la chimenea y el colector de materiales. De la chimenea salía humo pero las cintas transportadoras estaban silenciosas.

Ahora tocaba de nuevo dejarse los glúteos para volver a ascender a la cresta. Ha sido duro pero al final lo he logrado. Al llegar de nuevo al camino que sigue a lo largo del alto de la colina he visto el puente blanco que conecta con Bélgica por encima del Albertkanaal y que el miércoles pasado estaba perfectamente iluminado. Todavía no había llegado a la altura de Kanne. Debía seguir un poco más para tratar de llegar otra vez a las ruinas y volver a casa por la carretera que va a Maastricht.





Al volver a pasar por Kanne me ha vuelto a recordar el agrio olor de estiércol que el pueblo despide. Una población rural a menos de 5 minutos de Maastricht y del lujo del TEFAF. Impresiona ver que aquí las ciudades no se prolongan hasta empezar la siguiente sino que están delimitadas por verde, prados, campos de fútbol, pistas de equitación o bosques. La ruta de vuelta con luz de mediodía permite ver la impreionante construcción del Château Neercanne (Castillo de Neercane sede de un restaurante que lleva el mismo nombre) que si mi impresión no falla, tiene parte excavada en la roca.



Hoy han sido 14 km en menos de hora y media y con una exigencia mayor por los constantes cambios de pendiente y descensos y ascensos. Con esas marcas no creo que entre en el equipo olímpico pero espero poder tonificar el cuerpo ahora que empezará de nuevo la campaña bikini.

dimarts, 15 de març del 2011

A dos ruedas

El día de hoy ha sido soleado y premonitorio de lo que se avecina en primavera y verano: la gente sale a comer un bocadillo paseando o sentada bajo el suave sol.

Un compañero de trabajo iba a comprarse una bicicleta ya que vive ligeramente alejado de las oficinas y me ha convencido para acompañarle. Un ciclista amateur repara y vende bicicletas de segunda mano en Pottenberg, al oeste de la universidad.

La caminata hacia el oeste nos ha llevado un buen rato mientras el rojizo sol proyectaba sus últimos rayos indicándonos nuestro destino. Mis dudas sobre comprar una bicicleta sólo se basaban en que actualmente no puedo dejar la bicicleta en el edificio donde vivo y fuera en el calle puede ser pasto de usurpadores. Pero el poder tener la movilidad y no tener que volver acompañando a Jordi sobre mis pies me ha llevado a agenciarme una holandesa Gazelle.






Tiene dos ruedas, dos frenos, timbre, dinamo, cerrojo en la rueda trasera y cambio de marchas con tres posiciones. El cambio, por eso, debe hacerse parado o haciendo contrapedales.


La cadena está protegida par ano manchar, como siempre, los pantalones o dejarte bonitas marcas en las pantorrillas.


'Ir en bicicleta es otra dimensión!' ha exclamado Jordi al empezar a coger cinética y ver con mejor perspectiva la ciudad. La verdad es que ir en bici supone una ventaja por comodidad para aumentar la movilidad y ganar el libertad de movimiento. Un debe tener en cuenta de no meterse en calles de contra dirección y vigilar al resto de ciclistas que también fluyen en la circulació como en las mejores calles de la Índia.

Ya tengo en mente las excursiones que haré este fin de semana .... Hasta me planteo cruzar a la frontera con Bélgica :)

dilluns, 14 de març del 2011

¡¡Hoy toca papel!!

Las calles están repletas de cajas de cartón con miles de papeles embutidos. Parece que hayan crecido como setas. Eso sólo puede significar que esta noche se hace la recogida mensual de papel. El reciclage es un tema que en Holanda todavía no domino. Las múltiples selecciones que hago de la basura tengo que transportarlas hasta los contenedores más cercanos a unos 5 minutos del piso. Este tema lo trataré con más profusión adelante.



Ahora centrémonos en el papel. Aunque también puede llevarse a esos centros de recogida de reciclaje, una vez al mes los servicios de recogida del Gemeente Maastricht (Comunidad de Maastricht) se hacen cargo del papel acumulado por familias y empresas. En el caso de Wyck-Céramique se trata de la madrugada de mañana. Así pues, tendré que dejar los papelajos que he ido coleccionando durante los últimos días en alguna de las cajas que hay en la calle. Para tal efecto se reparte en cada domicilio una guía sobre el reciclaje en la ciudad y el calendario con las fechas de recogida de la restzak (basura), de papier (papel) y vegen (escombros).




Por cierto, al comentar con holandeses sobre mi infructuosa compra del periódico de ayer me han comentado con una sonrisa que es normal que no abran los kioskos o librerías los domingos o que almenos no lo hagan por la mañana. En ese día no hay periódicos o almenos hay contadas excepciones. Las ediciones del Sábado son dobles o triples para satisfacer el ansia lectora el día del descanso dominical. Quizás tenga alguna relación con el cristianismo arraigado en el país aunque no sé si por parte protestante o católica.

diumenge, 13 de març del 2011

Descanso dominical

De vueltas con el trote, he planeado ir a visitar la zona sur cerca de Neerkanne para volver por Wolder como las anteriores veces y al llegar a Vrijthof comprar la edición dominical de El País en selexyz dominicanen. Mi intención era la de ver los prados del sur mientras la ténue luz del día acompañaba.

Correr a la antigua usanza sin GPS tiene sus riesgos y, con calles sin muchas señalizaciones, uno puede llegar a perderse. Básicamente he hecho la circunvalacion de la ciudad por Prins Bisschopsingel, Tongerseweg, Javastraat, Gewantmakersdreef, Potteriestraat. Al llegar a Via Regia me he dado cuenta de que estaba dando vueltas como en un laberinto ya que se se asomaba un puente que seguramente conecta con Bélgica. He callejeado guiándome por las cúpulas de las iglesias del centro y he llegado a Koningin Emmaplein.

Ya sólo quedaban escasos cinco minutos para poder comprar el periódico y volver caminando a casa leyendo los titulares. Mi sorpresa ha sigo magna cuando he visto que estaba cerrado. Abren a las 12. Uno se sorprendería con esa decisión de no poder desayunar leyendo el diario. He tenido,pues, que seguir corriendo hasta la estación ya que allí sé que también venden. Y también abren a las 12.

Cansado, sudado y sin nada que leer en papel me he vuelto a casa.

dissabte, 12 de març del 2011

Soñando en el mercadillo

El sábado es un día tranquilo para pasear si el tiempo acompaña como hoy (ligeramente nublado con 12 grados). Mi cometido era el de encontrar unas buenas almohadas ya que las que hay en el piso se asemejan a una pasta dura de chicle reseco. Las noches son difíciles contiendas en las que mi cuello no sale indemne.
Hay tres tiendas de mobiliario y complementos del 'descanso' en Avenue Céramique por las que paso por delante cada día para ir a las oficinas. Es una pena que los dormitorios de exposición no se alquilen ....
He entrado en dos de las tiendas y sus vendedores me ha expuesto las múltiples variedades de tipos de materiales de los que pueden estar hechas las almohadas. Hay pocas cosas que no compre sin mucha dilación. Esta es una de ellas.

En cambio, las baratijas son casi mi devoción. Coleccionar no es algo de lo que me enorgullezca y máxime cuando hace escasamente un mes he tenido que darme cuenta a las bravas de la cantidad de cosas que he llegado a acumular. Digamos que como los grandes museos, mi colección privada es vastamente superior a lo que se muestra a los visitantes. En cambio, el valor de los artículos va parejo al del precio al kilo de sus materiales.

Los sábados hay un mercadillo en Stationstraat entre la propia estación y Wilhelminasingel. La gran amyoría de artículos son de decoración de los años 20-40, complementos para vestir  de época y seguramente prohibidos actualmente (como las bufandas de zorro) y, como no, vinilos, medallas, condecoraciones y postales variadas.






Extrañamente no he sacado mi billetera esta vez. Quién sabe si ocurrirá el próximo fin de semana ya que les he puesto el ojo a varios artículos.

divendres, 11 de març del 2011

Estrenando un iPhone 4

Me acaban de entregar el iPhone 4 black 16Gb. Es pesado, robusto y negro. Creo que tengo entretenimiento para este fin de semana. Ya or iré contando mis novedades con la nueva tecnología.

dijous, 10 de març del 2011

Corriendo en jueves

Es de agradecer volver de correr una hora con el piso a una temperatura superior a la de la calle. Hoy ha estado haciendo mucho viento durante el día y ha continuado durante la tarde-noche. Poco a poco se irán dilucidando las diferencias que existen entre las sociedades de España y de Holanda o más particularmente as de Barcelona y Maastricht. Tienen muchas diferencias pero algunas en común. Desgraciadamente hay motoristas con tubos de escape haciendo estruendos que se saltan los semáforos en rojo. Creo que es la única similitud de tipo negativo que he encontrado hasta la fecha. Deseo que así sea para el futuro también.

Al querer rehacer la ruta que hice el otro día (pasando por Bieslanderweg, Susserweg y las últimas casas antes del río en Vroenhovenweg) he tenido que cruzar el río por Sint Servaasbrug. Se trata de un puente dividido en dos partes según su técnica constructiva. El puente fecha del siglo XIII (viendo la descripción Wikipedia) y es de piedra con varios archos reforzados.


En fechas relativamente recientes se debió demoler parte de esos arcos para permitir el flujo de cargueros que frecuentemente transitan a lo largo del río Maas. Esa nueva construcción del puente dispone de un automatismo que eleva dicho puente cuando la altura del carguero así lo requiere. Lo interesante del tema es que mientras el puente está elevado, el carril central (utilizado por bicis, motos y a veces coches) queda desconectado del los extremos mientras que los pasillos laterales para los viandantes sufren de una ligera elevación permitiendo el paso.


Bien, justamente al acercarme al punte un carguero lleno de arena pasaba por debajo del puente elevado forzando un calentamiento precoz para mi ejercicio. La ruta de hoy ha estado bien aunque ya las calles estaban más tranquilas que en anteriores fechas y algunas furtivas gotas pronosticaban la confirmación de un 20% de probabilidades de lluvia. No ha sido así finalmente pero el espectáculo de los campos estaba hoy aturdido por la ténue luz que se filtraba por las gruesas nubes. Las campanas de las siete del campanario de Wolder confirmaban que ya era más que hora de cenar y poca gente se encontraba por las callejuelas residenciales que olían a comida caliente.

La parte más cansada del recorrido es volver a la civilización. Calles con coches, semáforos, gente por las aceras ... ¡Mucha gente por las aceras! Si hoy es jueves, en España ha habido paella de menú y aquí las tiendas abren hasta tarde. El jueves es el día en que todo el mundo aprovecha para comprar aquello necesario y que el estricto horario holandés no permite durante el resto de días. Las calles comerciales como Grote Staat, que nace de Vrijthof, estaban repletas de gente con bolsas, entrando y saliendo de tiendas o comiendo wafels (gofres) u otros manjares portables como friets (patatas fritas).

Manuales de calentadores y la práctica del holandés

Hoy tenía pensado salir a correr de nuevo por Oud-Vroenhoven, las afueras del oeste de Maastricht, pero al llegar al piso me he dado cuenta de que hacía un poco de fresco. El calentador daba un error E5 y la agencia de los pisos ha cerrado 3 minutos antes de que les llamara. Ya se sabe que en este país, la hora de cierre es sagrada y normalmente a la hora de cierre el personal ya está en casa con las pantuflas puestas.

El correo electrónico no creo que lo lean hasta mañana a la hora del café y no tengo a nadie para que me ayude .... Bueno, Google translate está las 24 horas a mi servicio. He cogido el manual y he podido verificar que el error E5 (Meer dan 5 maat bin-nen 1 warmtevraag geen- of wegvallen van ionisatie) significa que la extracción de CO2 era deficiente. Poco a poco se me van quedando las palabras como temperatuur (temperatura), verwarming (calentador), toets (botón). No soy manitas de los gases ni sé por dónde van las cosas pero la experiencia con los ordenadores me ha hecho probar de reiniciar la máquina. Primero apagándola y luego probando el 'reset'-toets (botón de reinicio). Después de unos segundos se ha reiniciado el calentador. Ha hecho unas cuantas comprobaciones y mientras apretaba el 'enter'-toets (botón de entrada) con el cepillo de fregar platos he podido abrir el grifo de la cocina para que saliera agua caliente. Parecía del circo Raluy pero sin maquillaje esta vez. El agua ha empezado a salir caliente y un valor 4 aparecía en pantalla. Ya sólo ha sido cuestión de esperar a que la calefacción pidiera agua al calentador para que todo volviera a la normal y esperable situación en el hogar.

Ya estoy vestido para correr ... espero no tener que hacer una ducha fría más tarde.

dimarts, 8 de març del 2011

Victorias futbolísticas y basura en general

Vengo de celebrar la victoria del Barça contra el Arsenal, que poco ha hecho en el encuentro, en un Irish pub cercano a casa. Éramos pocos los que apoyábamos al equipo español pero al final se ha hecho justicia, como dirán seguramente los titulares de los rotativos deportivos.

Hoy es martes noche. Teóricamente la última noche del carnval que ya se arrastra desde el viernes con celebraciones preparatorias. Muchos días con disfraces, música de banda municipal y confeti con cerveza.
Antes de acostarme debo tomar una decisión trascendental con una perspectiva semanal. Esta madrugada se recoge la basura en mi distrito, que es Wyck. La normativa actual de basuras organiza la recogida de los desechos de los hogares semanalmente. Para ello la gente debe depositar en plena calle las bolsas de basura. Pero no todas las bolsas sirven. Sólo se recogen aquellas plenamente acreditadas por el Gemeente Maastricht, a saber, las que conllevan el pago de las tasas de recogida. Las bolsas restzak se pueden adquirir en los supermercados y tienen además de una textura reforzada el sello de la municipalidad de Maastricht y bien claro su función: restafval. Así pues, no es de extrañar que un miércoles por la mañana estén desamparadas varias bolsas de basura sin el anagrama.


Con más calma comentaré qué deben contener dichas bolsas (teóricamente sólo desechos) y cómo funciona el reciclaje. Pero para que se vaya entendiendo más la problemática, los sacos son mínimo de 25 litros. Como se puede entender, en una semana no se llega a tales dimensiones si uno vive en solitario. De ahí la duda que me asalta en estos momentos ....

Todavía suenan trompetas y cánticos perdidos por las calles adoquinadas .... Quizás será la banda sonora para la cuadrilla de basureros.


Aprendiendo holandés normativo

Poco a poco empieza mi integración a la cultura holandesa (digamos que a la limburguesa me llevará un camino paralelo) rellenando el formulario de petición de clases de neerlandés (Aanmeldformulier voor een intakegesprek bij Team Inburgering). Curiosamente, el formulario está escrito en la lengua que desconozco y que tengo intención de aprender. ¿Es pues la primera lección?

Corriendo entre prados

Ayer fui a correr por primera vez por la ciudad y alrededores. Todavía la gente estaba de fiesta y alborotando Vrijthof y calles adyacentes con disfraces multicolores, música a todo trapo y fiesta sin cuartel.

Deseaba ver los límites de la ciudad y descubrir los prados verdes que había vislumbrado a través de la ventanilla del tren desde Bruselas. Llegando a Emmaplein ya empieza la zona residencial con casas de dos plantas unifamiliares. Calles aún más tranquilas si cabe sin rastros de comercios en las plantas bajas sino con garajes y pequeños jardines. Me imagino que la población debe ser de mediana edad y gente mayor ya que no me crucé con casi nadie.

El atardecer iba avanzando lentamente y el crepúsculo todavía iluminaba la transición del asfalto a la tierra de los caminos que se alejaban más allá del término municipal. Campos con caballos pastando, edificaciones solitarias, huertos frondosos.

Holanda debe ser plana pero aún así cerca de Maastricht hacia el oeste hay onduladas colinas que suavemente mecen la tranquila ruta. En las crestas, rodeado de prados intensamente verdes se divisa Maastricht y pequeñas poblaciones limítrofes a la cercana frontera belga. Hasta una quincena de estelas de aviones comerciales rasgaban el cielo en varias direcciones. Con un poco de imaginación y razonamiento, uno puede determinar el punto donde todas se cruzarían: Schiphol. El camino, empezando ya la cuesta abajo, indica que se ha superado la mitad del recorrido y que no van a haber más cuestas ascendentes.

Bélgica está a menos de un kilómetro. La próxima vez me pasaré por allí para comprar chocolates y recuerdos turísticos.

El retorno frío y ventoso hacia mi piso se eterniza por la oscuridad presente y el cansancio de tener un cuerpo nada entrenado para el esfuerzo físico. Llego al piso hambriento soñando con un buen filete aunque sé que no debiera.

Un par de huevos ‘biológicos’ y zumo multivitamínico hace las veces del pedazo de carne. El cuerpo, machacado, se desvanece en la cama. Son casi las 10.