Despúes de dos semanas mirando el buzón a diario esperando que mis peticiones se formalizaran, finalmente recibí una concreta y explícita carta en holandés en la que se me invitaba a reunirme con un Consulent Team Inburgering (Consultor del Equipo de Integración) sobre formación en lengua holandesa.
Como bien se puede comprobar en la hemeroteca de este blog, los holandeses creen que lo mejor para que alguien aprenda la lengua es no esperar al primer día de clase e inundar de cartas, formularios y documentación relacionada con el aprendizaje del idioma en la lengua nacional. A veces no llego a comprender qué mente pensante está detrás de tales geniales ideas.
Una breve reunión confirma que los pasos a seguir son los siguientes: certificación de mi nivel de holandés y confirmar los horarios de clase. A la, de nuevo, espera para tener una fecha para proseguir con la burocracia no sé si ponerme a tope con material didáctico para sorprender al examinador. Serán cuatro pruebas: expresión oral, expresión escrita, comprensión lectora ¡y a saber qué más! No me amedrentarán con esos desafíos.
El curso en sí está completamente sufragado por la alcaldía incluyendo las clases, el material didáctico y los exámenes. La duración del mismo es dos livianos años teniendo un exámen final en Diciembre del 2012. Puedo sacar dos conclusiones rápidas sobre dicha aseveración. Para mí el curso no será afortunadamente tan largo y que espero poder pasar unas buenas Navidades del 2012 aún habiendo suspendido los exámenes.
Como son gente seria y eficiente me desgranaron mis derechos y mis obligaciones. Se espera del demandante una proactividad en aprender el idioma y asistir a las clases. Por lo tanto no se contempla que se abandone el curso y se penaliza con una multa de 250€ o con el importe de la totalidad del curso en caso de interrupción de las clases sin justificación válida. Asusta firmar un contrato tan severo y en holandés pero a lo hecho pecho. Por mucho que intento descrifrar alguna frase con palabras de más de veinte letras, desisto al instante.
Todo cuenta en este país y en caso que pida en el futuro mi nacionalización o arraigo o a saber qué puedo pedir de la administración del estado, tendrán en cuenta mi realización del curso. Viendo las estadísticas alarmantes del paro en España, hasta quizás haría un favor haciéndome holandés para mejorar dichas cifras.
En el piso que alquilo había una máquina Senseo que viene a ser la competencia de Douwe-Egberts (Marcilla en España) para el gran público de las exclusivas Nespresso (Nestlé). En las diferentes modalidades de cápsulas se puede tener espresso, capuccino o cappucino-choc entre otras. Digamos que la medida del espresso es la centro-europea y no la sureña con lo que los cafés acaban siendo más bien bebrajes negros equivalentes a un 'doble americano' español. Es por eso que aunque la máquina dispone de programadores para cafés cortos y largos, siempre tengo que pararla antes de que finalice para que no rebose el café en la tacita.
Gustos aparte necesitaba una remesa de sobrecitos de tela para raciones individuales y he tenido la grata sorpresa de encontrarme con una variante al producto de la marca. No se trataba del simple sustitutivo de marca blanca sino que era EKO(ecológico) a la par que FAIRTRADE (comercio justo).
¿Se puede pedir más? Ojalá poco a poco este tipo de productos vayan ganando terreno tanto en consumibles prefabricados como en productos en general.
Las oficinas del Gemeente Maastricht están cerca de la plaza Markt. Los miércoles y viernes hay un weekmarket (mercado semanal) allí que ocupa la totalidad de la esplanada y que tiene todo tipo de artículos en comparación con las ediciones diarias de plantas y comidas (con unas 20 paradas en comparación con las 200 del miércoles o las casi 400 del viernes).
Como el mercado en tiempos medievales, habia gente por todas partes, paradas con reclamos de todo tipo y productos variopintos para satisfacer casi cualquier necesidad. Lo primero que he podido observar es que la temporada de los verse asperges (espárragos frescos) ha empezado. En ristra se alinean centenares (sino miles) de ejemplares blanquecinos e idénticos para ser devorados por hordes vegetarianas. No son como los que cazamos en frondosos bosques que más se asemejan a una mustia hebra verde. Tendré que investigar el origen de dicho producto ya que no sería de extrañar que venga de tierras lejanas como se hace con los 'cojonudos'.
Y de allí pues a las frutas cítricas (de procedencia patria) y de frutas tropicales. Demostraciones de corte (y confección) de verduras al instante tipo teletienda pero en vivo y en directo. Tan real que al pasar cerca del estand, la cebolla me ha atacado las córneas después de morir despedazada a cuadros regulares.
Cerca de allí estaban las tiendas de repostería que tanto faltan en los mercados españoles. Decenas de variedades de bollería dulce seguida de panes de formas, colores y sabores a discreción y rematado por las tradicionales wafles (gofres).
Y por si el inicio de la temporada de los espárragos no era suficiente, los huevos de pascua coloreados también tienen su cabida estacional en las paradas.
Y entremedio, pues unq quesería cerca de una tienda de botones y cremalleras con unas tiras de hombreras (¿eso no era de los 80?) y cinturones mil.
Los exigentes en la cocina pero no interesados en los productos en sí ni en los utensilios pueden decantarse en los relucientes hornillos dorados para poder fascinar a los vecinos en las visitas intempestivas que siempre nos regalan.
Y para celebrar la supervivencia a tal descontrol consumista, uno puede saborear un buen cigarro.
Interesante la web de los mercados en la que se pueden ver las diferentes ediciones y sus localizaciones. Los que me conocen sabrán que intentaré resistirme a los Rommel- en vlooienmarkten (mercados de las pulgas).
Han tenido que pasar tres semanas desde que realicé la petición de residencia en el Gemeente Maastricht hasta recibir una inexpresiva misiva con el dichoso número que me ha atormentado desde que llegué: sofi-nummer. Sin él, estás perdido.
No se pueden abrir cuentas bancarias. El empleador por lo tanto no puede pagarte. Pero aún en el caso de que la sucursal haga triquiñuelas para poder crearte una cuenta bancaria, los sistemas de gestión financiera de las empresas no permiten crear el perfil de empleado con lo que el resultado es el mismo: trabajar de forma gratuíta. El suma y sigue continúa con la imposibilidad de percibir un seguro médico. En Holanda, es obligatorio disponer de un seguro médico privado. Parcialmente está financiado por el empleador pero de esta manera se aseguran de que parte del servicio está cubierto por los contribuyentes. Uno tiene, pues, que convivir con el riesgo de doblarse como los salitmbanquis del circo pero sin la capacidad de volver a su posición natural. Y si uno quiere aprender el idioma local, pues tiene que esperarse a poder ser considerado uno más o practicar entre cerveza y cerveza.
Bueno, pues para pedir el dichoso numerito uno tiene que estar residiendo en algún departamento y tener consigo una copia original del cerificado de nacimiento. Y pensar que somos miembros de la Unión Europea ....
Hoy he invertido el día a arreglar sendos trámites administrativos, bancarios y académicos (ver Aprendiendo holandés normativo) que espero mejoren mi situación en breve. Espero poder empezar a cobrar en breve ... que al ir a Holanda no pensé que sería como voluntario.
¿Verdad que duele a la vista? Pues no me he equivocado a la hora de escribir el título. Ayer fui a Sint-Truiden (Bélgica) a disfrutar de una jornada deportiva que a la postre se turnó en fiestiva. Un compañero de trabajo juega en el primer equipo masculino de balonmano del HB Sint-Truiden que milita en la segunda liga belga. Con el precioso día soleado que hacía no dudé en irme al extranjero a ver mundo; aunque fuere deportivo.
No hay buses directos así que tuve que empalmar otro bus de línea en Tongereny en poco más de una hora me encontraba en el país vecino. Las calles estaban desiertas a pleno mediodía y me recordaba a las ciudades veraniegas que descansan mientras el sol aprieta.
La entrada para ver el partido, cobrada en la misma gradería, ofrecía un descuento para una consumición. Yo ya me había tomado bikini (mixto para el resto) y una Cristal (tipo pilsner fabricada por Alken-Maes en la vecina Alken que más tarde visitaría). Así pues estaba dispuesto a animar a mi nuevo equipo y sufrir por la victoria del HB Sint-Truiden (de amarillo) contra el Tournai (de negro) sentado en lo alto de la gradería que cuenta con tres alturas. Aún estando a ese nivel las cabezas de los jugadores me sobrepasaban de largo. Y es que menos yo, aquí la gente es alta.
Actualmente están disputando los play-offs de los cuatro primeros clasificados de la liga. El HB Sint-Truiden cerraba la clasificación después de la primera vuelta pero habiendo ganado todos los partidos menos uno les valió la cuarta posición y la lucha por el título. Para ellos eso ya ha sido un logro y los play-offs es un regalo que disfrutar. Entrenan dos o tres veces por semana y la plantilla no es abundante. Justamente ese fue uno de los problemas acaecidos ayer durante la segunda parte y que les llevó a la derrota.
El primer tiempo, con gritos, nervios y mucho esfuerzo se llegó con una ventaja en el marcador de tres goles si no me falla la memoria. Tournai son los segundos en el play-off y no veían la forma de contrarrestar las acciones efectivas de los locales. El cansancio se cebó con la plantilla y con nuevos refuerzos por parte de los adversarios los errores, la descoordinación y el abatimiento se apoderó de ellos. El hombre del bombo ensordecedor y su colega con el redoble militar no desconcentraron más que a la grada y a mí me provocaron sordera y crispación.
No hay pena que cien años dure y menos cuando el partido se ha acabado se reúnen todos al calor de unas rubias o morenas. Cervezas, claro está porque en estos lares abundan más las pelirrojas. Una Grimbergen y una Duveldespués los restos alimenticios del sándwich habían desaparecido en el mar de mi estómago. Eso era sólo el principio de la ruta cervcera post-deportiva del Domingo.
Da la casualidad de que la novia del tal compañero es capitana del equipo de Balonvolea de la anteriormente citada Alken. Habiendo ascendido de la 3a división a la 2a, este año han vuelto a repetir campeonato y ayer jugaban el último partido y continuaban las celebraciones empezadas hace tres semanas cuando matemáticamente consiguieron el campeonato. Así pues nos dirigimos, con sobrado retraso, al club del Cristal Alken Jeval donde las chicas estaban celebrando con varias botellas de bebidas basadas en ginebra. Es gracioso ver que aunque no son francófonos, al hablar de la ginebra lo nombran igual que la ciudad suiza aunque el nombre no tiene nada que ver.
Nos apuntamos a las celebraciones tomando parte de una rica tarta acompañada de otra cerveza .... Ya había dado por perdidas mis opciones de volver con el autobús así que me dejé querer por la alegría y la generosidad del equipo (y sobretodo de una madre) para apuntarme a cenar en Hasselt (capital del Limburg belga). Brindamos con cava (de verdad que lo llaman así aunque no provenga de España) mientras la comida se preparaba artesanalmente. La cena fueron tantas pizzas como comensales del diámetro superior al de un buen palmo y recién hechas siguiendo las peticiones de cada una de las jugadoras. Sin mucho tiempo para la sobremesa, salimos todos hacia una terraza en el centro de la ciudad. Sin haber desayunado, comido un bikini y cenado una pizza preferí abstenerme del jolgorio. Nadie de los presentes, incluído mi compañero, trabajaban hoy. Así que para poder cumplir con mi deber, poco más tarde me llevaron de vuelta a Maastricht a través de las negras y solitarias carreteras secundarias límitrofes con los holandeses. A las 9 estaba hoy ya en la oficina por si había alguna duda sobre mi profesionalidad.
En breve volveré a ver más partidos de balonmano y quizás de balonvolea. Hasta me estoy planteando apuntarme a algún equipo de la ciudad ya que además del deporte está el lado social, ludico y amistoso más allá de las victorias o campeonatos.
Retomando el punto inicial, en poco me he equivocado al evocar a los francófonos ausentes tanto en los partidos como en las celebraciones.
Aunque parezca mentira, este video no se ha tomado en domingo a la hora de la misa sino un viernes a las 9 de la mañana. Este es el colapso matutino en Maastricht. No creo que hagan estadísticas de circulación de coches pero me imagino que deben haber cifras sobre la calidad del aire que distan en gran medida con las de Barcelona o cualquier capital española. Es, pues, un enorme placer caminar por las anchas aceras de las avenidas ya que parece que su uso automovilístico es esporádico.
Al no haber mucha presión viaria y siendo el aire purificador de los pulmones, si el clima es benigno, la gente toma las calles y caminos con las siempre presentes bicicletas holandesas. A diferencia de otros modelos, aquí parece que sólo se vende en un tamaño. No es de extrañar pues que desde tiernas edades se monten en bicicletas que triplican su envergadura y que, por lo tanto, triplican su capacidad de transporte.
El sol del domingo se ha ido de vacaciones a España porque desde entonces sólo se ha visto dicho astro en los mapas meteorológicos a nivel europeo y bien lejos de la ciudad donde resido. Motregen (a falta de traducción para xirimiri, me remito a llovizna) es lo que hemos tenido estos días inclusive hoy.
Eso no me ha amedrentado para salir al trote de nuevo por los pastos y bosques de Sint Pietersberg. Hoy no me dolían las rodillas y me sentía lleno de energía para combatir a la naturaleza. Es gustoso correr en silencio y percibir el ligero abrazo aquoso que reduce tu temperatura corporal que aumentas de forma considerable al llevarlo a un buen esfuerzo físico. El suelo era blando y se moldeaba de forma escurridiza bajo mi impresión atlética. Todo ello es bonito hasta que corres varios kilómetros y te das cuenta que empiezan a haber rozaduras en ... ¡los pezones! Aunque sea un hombre, mis pechos también son sensibles y al tener las camisetas mojadas y tener una fricción constante, pues la piel se resiente. Es comú el tratamiento preventivo con vaselina para medias maratones o carreras de mayor recorrido. No era mi caso y por suerte la cosa no ha ido más que una molestia.
La ruta de hoy ha consistido en un recorrido exigente, almenos para mí, basado en superar desniveles tanto en ascenso como en descenso pasando de nuevo por la cementera. Así pues he estado subiendo y bajando laderas por caminos con gran motivación.
Cuando ya me estaba acercando al hogar el hambre ha empezado a achechar. Tengamos en cuenta que he comido sobre las 12 y he llegado a las 19:30 después de correr casi una hora y media. Al final hoy he hecho 15 kilómetros y me dispongo a leer la edición del domingo de EL PAÍS que me he comprado hoy.
Con la llegada de la ya comentada primavera, la naturaleza rebrota y se revitaliza. Tanto que el gris aéreo se compensa con el verde terrenal. Mientras que en España a duras penas crece algún hierbajo, aquí en las juntas de los millardos de adoquines sobre los que caminamos hay verdaderas selvas.
Aunque el país en sí es respetuoso con el medio ambiente, por el bien de la no coloración vegetal de nuestros zapatos y bajos de los pantalones, destinan personal para atajar senda revolución verde.
En las estadísticas nacionales, ¿contarán estos micro espacios como zonas verdes? No es baladí la cuestión por la envergadura de esas micro contribuciones al cómputo general.
Hoy he sonreído al ver a la venta un queso Zaanlander de 48+ que casi concuerda con la descripción que tenía antes de pisar tierras neerlandesas. El tascón de queso venía con la anotación complementaria 3 jaar gerijpt (3 años de curación) que confirma que han sido 36 (y no 48) los meses de curación del cuerpo pétreo.
Los holandeses llevan ya una semana hablando de que hoy Sábado haría un calor como si estuviéramos en pleno verano. Siguiendo su buen hacer, todos han planificado actividades al aire libre para aprovechar el caluroso abrazo solar y máxime cuando pronostican cielo encapotado y lluvias para mañana.
Montado en mi Gazelle quería visitar Valkenburg, ciudad al este de Maastricht y así despejarme de tanta ciudad y ordenadores. La ruta empieza callejeando hasta que se cruzan las vías del tren y uno se adentra en una barrio residencial silencioso de casas de dos alturas. Poco a poco las casas empiezan a distanciarse hasta que aparecen verdes campos a ambos lados del carril bici y la carretera al finalizar Bergerstraat. Ese es el límite de la municipalidad de Maastricht que deja paso a la de Valkenburg aan de Geul, cuya capital era mi destino y que tiene una densidad de población de 464 hab./km² (comparable a los valores de La Bisbal d'Empordà con 505,2 hab/km²). La planície poco a poco va deformándose a lo largo de Rijksweg para llegar a Berg en lo alto de una montaña. Los campos se extienden ya sin miramientos hasta el infinito como se puede apreciar al abrir la página de la municipalidad.
No en vano su nombre significa ese tipo de accidente geológico. Las perlas de sudor ya acechaban mis pómulos. Seguramente no haya mucha ascensión pero no estoy acostumbrado a ir con una bicicleta que tiene de serie un pato grande y que sólo tiene tres marchas y que sus ruedas son grandes. Con o sin excusas, el caso es que desde Berg el camino sigue con una ascensión a intervalos pero de una forma más sosegada hasta Vilt. Mucho no he visto porque iba ya con velocidad de crucero. Poco más tarde, un gran giro a la altura del Valkenburg Holland Casino y el centro balneario Thermae 2000 desemboca en una caída casi libre a la hondonada dónde se encuentra Valkenburg. La bicicleta se ha desbocado con la ayuda de la serpenteante carretera que de forma intimidatoria se acecha al centro de la ciudad. La mitad del trabajo estaba hecho pero un sentimiento a medio camino entre el reto y el temor se ha instalado en mi ser. Todo lo que baja, sube.
He callejeado sobre la bicicleta por entre las calles peatonales asediadas de mesas y sillas al exterior que por aquel momento no estaban densamente pobladas como cuando he emprendido mi regreso.
Con casi 6000 habitantes, la ciudad conserva ruinas del castillo, las minas de caliza de Steenkolenmijn y mucho turismo de media clase que superpueblan los recintos de las afueras ya comentados y los cámpings y, de paso, bares y restaurantes y tiendas de recuerdos que, por esta vez, no han recibido mi atención.
En cambio sí que han recibido mi anteción los edificios antiguos y su característica arquitectura y combinación de pintura y piedra y la graciosa estatua de una chica en un puente sobre el río Geul.
Esta vez, siguiendo la estricta normativa vigente en las cercanías de las obras, se ha ataviado con chaleco reflectante y casco. ¡La seguridad y el buen humor siempre ante todo!
Mis devaneos me han llevado a visitar la estación de ferrocarril en uso más antigua de todo el país. Más bien parece un fortín como los de EXIN Castillos y más si se tiene en cuenta la guarnición a ambos lados del acceso pertrechados con sendas cervezas.
La línia férrea conecta con Maastricht y con Heerlen y como se ve, debe dar gusto ir en el convoy que parece nuevo y reluciente.
Eso sin contar el inmensio párking para coches y bicicletas.
Bueno, tanto ir en bici y de paseo tenía que tener fin. Una cerveza Brand bajo el tórrido sol de mediodía con la bici enfrente descansando en la sombra.
Cuatro tragos después era hora de emprender la dureza de la vuelta a casa por Cauberg, la carretera utilizada en mi acceso. Recordemos que estoy fuera de forma y que la bicicleta no es profesional ni es de ciclismo en ruta.
Veamos un ameno vídeo y luego continuemos el relato. El video es de la conocida Amstel Gold Race 2010 e interesa ver a partir del minuto 1:50.
Bueno, como se aprecia, el líder pierde toda su ventaja al desfondarse en el tramo final: la subida de Caubergcon un 12% de desnivel. He aguantado el tipo junto con otros ciclistas perfectamente equipados dejando en la cuneta mis riñones y a una pareja con bicicletas de ciudad como la mía. Deciros que ahora aprecio y respeto mucho más el ciclismo.
Dejado atrás el criminal ascenso he empezado a deshacer el recorrido anterior hasta Vilt. Ahí he tomado la dirección sur hacia Sibbe. Bonitas masías y espectaculares caminos arenosos que poco a poco van perdiendo altura.
El único molino de viento del camino visto de cara al ir acercándome parecía majestuoso .
He hecho unos cuantos malabarismos para no caerme al intentar hacerle otra foto cuando lo iba dejando por atrás. Si no me equivoco, hay un bar justo a los pies del mismo aunque ya iba servido por hoy.
La carretera ha sepertenteado un poco más bajando de altitud pasando por Bemelen hasta llegar al barrio residencial del principio con una fuerte brisa de cara sumada a la velocidad.
En total unos 25km y la cara y los brazos enrojecidos por haberlos sometido últimamente al letargo de la oscuridad nublosa. Un buen entretenimiento para el plácido día a la espera de lo que pueda suceder mañana.
Como todavía estoy en una etapa en la que no soy ni un holandés más ni soy un turista ocasional, me permito hacer cosas de ambos mundos. Una de ellas es la de enviar postales a tierras lejanas.
Aquí no hay los millardos de estancos y locales de prensa por doquier en los que comprar sellos sino que debes ir a las tiendas de prensa. De momento he visto sólo dos tipos de sellos: Europa y Mundo. Así como los viajes pueden ser de negocios o de placer, los destinos son holandeses, europeos o mundiales. Aunque parezca extraño, hay una especie de barra libre en este tercer segmento ya que lo mismo da enviar una postal a la vecina Türkiye como a New Caledonia ya que en ambos casos se utiliza el sello Wereld (mundial). Encontrar la lista de precios por países no ha sido tarea fácil. La web de TNT no facilita mucho la búsqueda y después de perderme varias veces he conseguido encontrar las tarifas para el año en curso.
Pero por si no fuera sólo eso, la compra mínima es de 5 unidades en ambos casos. Esta postura no predispone mucho a los escritores de postales esporádicos sino más bien a nuevos coleccionistas de sellos. Hago constar que actualmente tengo 8 sellos (4 de cada tipología) esperando ser adheridos.